Por mi experiencia he llegado a la conclusión de que las cualidades
positivas del ser humano acostumbran a actuar sinérgicamente, de tal
manera que si potenciamos una de ellas indirectamente estamos
potenciando y reforzando las otras. Desde mi punto de vista esto es
precisamente lo que sucede con el optimismo, la autoestima, la
asertividad y la resiliencia. Si elevamos nuestro nivel de cualquiera de
ellas las otras también incrementan su nivel. Habría que hacer estudios
científicos rigurosos para comprobar esta apreciación.
Cuando vienen las dificultades, las personas de carácter optimista ponen en marcha unas expectativas positivas que a su vez las empujan a esforzarse en superar dichas dificultades y lograr los objetivos propuestos.
Las personas pesimistas, por el contrario, al mantener unas expectativas desfavorables reducen el esfuerzo y no llegan a alcanzar sus objetivos. Parece que el optimismo también está relacionado con la resiliencia, otra de las “fortalezas humanas”.
Hay interesantes estudios sobre el optimismo, como los que han realizado los investigadores Michael Scheier y Charles Carver (1985). Estos autores consideran el optimismo como una característica disposicional que media entre los sucesos externos y las interpretaciones que cada persona hace de los mismos. El optimismo se relaciona de forma directa con las expectativas de una persona hacia su futuro. Un ejemplo de investigación científica centrada en el optimismo disposicional es un trabajo de Eliseo Chico Librán (2002), publicado en la revista Psicothema. Se puede consultar en Internet en el enlace www.psicothema.com/psicothema.asp?id=763
Referencias bibliográficas:
Scheier, M. y Carver, C. (1985). Optimism, coping and health: Assessment and implications of generalized outcome expectancies, Health Psychology, 4, 219-247.
Chico Librán, E. (2002). Optimismo disposicional como predictor de estrategias de afrontamiento. Revista Psicothema, vol 14 nº 3, pp. 544-550.
Cuando vienen las dificultades, las personas de carácter optimista ponen en marcha unas expectativas positivas que a su vez las empujan a esforzarse en superar dichas dificultades y lograr los objetivos propuestos.
Las personas pesimistas, por el contrario, al mantener unas expectativas desfavorables reducen el esfuerzo y no llegan a alcanzar sus objetivos. Parece que el optimismo también está relacionado con la resiliencia, otra de las “fortalezas humanas”.
Hay interesantes estudios sobre el optimismo, como los que han realizado los investigadores Michael Scheier y Charles Carver (1985). Estos autores consideran el optimismo como una característica disposicional que media entre los sucesos externos y las interpretaciones que cada persona hace de los mismos. El optimismo se relaciona de forma directa con las expectativas de una persona hacia su futuro. Un ejemplo de investigación científica centrada en el optimismo disposicional es un trabajo de Eliseo Chico Librán (2002), publicado en la revista Psicothema. Se puede consultar en Internet en el enlace www.psicothema.com/psicothema.asp?id=763
Referencias bibliográficas:
Scheier, M. y Carver, C. (1985). Optimism, coping and health: Assessment and implications of generalized outcome expectancies, Health Psychology, 4, 219-247.
Chico Librán, E. (2002). Optimismo disposicional como predictor de estrategias de afrontamiento. Revista Psicothema, vol 14 nº 3, pp. 544-550.
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