Las cualidades positivas del ser humano podrían tener un efecto
integrador sobre la personalidad a nivel neuronal, además de a nivel
psicológico.
Esta hipótesis que propongo creo que es interesante, pero no es obvia a pesar de que pueda parecerlo. Esta claro que vivir siguiendo y desarrollando las cualidades psicológicas positivas, como son la autoestima, la asertividad, la empatía, la inteligencia emocional, la creatividad, el optimismo, el afecto, la alegría, etc., tiene un efecto beneficioso en la personalidad y en la salud mental. Sin embargo, estas mismas cualidades positivas del ser humano podrían influir también en el cerebro a nivel neurofisiológico, mediante la plasticidad neuronal.
Efectivamente, planteo la posibilidad de que la naturaleza beneficiosa de las cualidades estudiadas por la Psicología positiva tengan un efecto integrador de la personalidad, no solo a nivel psicológico, que es algo sobradamente demostrado, sino también a nivel neurofisiológico. Esta influencia integradora lo sería mediante la recalibración funcional de los complejos sistemas neuronales del cerebro, posible gracias a la plasticidad que el Sistema Nervioso Central demuestra tener bajo ciertas circunstancias.
De esta manera, las cualidades positivas del ser humano serían una “hoja de ruta” para la recuperación de la salud mental en las personas que padecen algún trastorno psíquico. Esta hipótesis habría que validarse con una rigurosa investigación científica.
Esta hipótesis que propongo creo que es interesante, pero no es obvia a pesar de que pueda parecerlo. Esta claro que vivir siguiendo y desarrollando las cualidades psicológicas positivas, como son la autoestima, la asertividad, la empatía, la inteligencia emocional, la creatividad, el optimismo, el afecto, la alegría, etc., tiene un efecto beneficioso en la personalidad y en la salud mental. Sin embargo, estas mismas cualidades positivas del ser humano podrían influir también en el cerebro a nivel neurofisiológico, mediante la plasticidad neuronal.
Efectivamente, planteo la posibilidad de que la naturaleza beneficiosa de las cualidades estudiadas por la Psicología positiva tengan un efecto integrador de la personalidad, no solo a nivel psicológico, que es algo sobradamente demostrado, sino también a nivel neurofisiológico. Esta influencia integradora lo sería mediante la recalibración funcional de los complejos sistemas neuronales del cerebro, posible gracias a la plasticidad que el Sistema Nervioso Central demuestra tener bajo ciertas circunstancias.
De esta manera, las cualidades positivas del ser humano serían una “hoja de ruta” para la recuperación de la salud mental en las personas que padecen algún trastorno psíquico. Esta hipótesis habría que validarse con una rigurosa investigación científica.
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